Paraty
Si lo que buscamos son unas vacaciones en las que poder disfrutar de la naturaleza, este es nuestro paraje ideal.
En Paraty, el Bosque Atlántico está prácticamente virgen y sin tocar y se extiende a los largo de todo el municipio, desde Mambucaba hasta la celestial Trinidad, en la frontera con Sao Paulo.
La fuerte presencia de las altas montañas a lo largo de la costa aumenta la intensidad de la lluvia, lo que da lugar a varios manantiales que bajan por las laderas, que a su vez forman rápidos en el río, que baja desesperadamente buscando el mar.
El accidentado terreno y la pendiente natural del agua provocan cascadas, saltos de agua y la formación de toboganes, piscinas y pozas naturales en las que disfrutar nadando. Esos lugares de gran atractivo turístico, son puntos de descanso y a la vez de ocio, muy visitados por los amantes del relax y del placer.
Además, Paraty es una ciudad muy acostumbrada al turismo, por lo que resulta fácil hacer rutas dirigidas por expertos guías que nos explicarán toda la historia y costumbres de estos lares.
Y también, cómo no iba a ser menos en un enclave como este, se puede disfrutar de turismo ecológico pues estos parajes conservan gran parte de la historia del antiguo Camino del Oro.
El municipio también ofrece paseos en barco, pequeños o grandes, por la bahía. Los barcos grandes, llamados Saveiros, llevan a unos sesenta pasajeros y tienen una ruta con paradas determinadas de especial interés turístico.
Los pequeños son las embarcaciones típicas de la región, conocidos como botes salvavidas o barcos de popa torada, con capacidad para diez pasajeros y paradas a demanda del viajero.
Y por si fuera poco, se puede hacer senderismo, bien por nuestra cuenta o bien con guías especializados que tienen rutas para principiantes, de nivel intermedio y para expertos. Estas excursiones ofrecen al visitante toda una serie de experiencias que jamás olvidará.
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